miércoles, 11 de noviembre de 2009

mañanas de luz



No sería correcto hablar de despedidas, más bien serian encuentros. Intente no invitarte a mi casa para despedirnos, pero no pude negarme cuando llegaste a mi puerta; y así fue que nos encontramos con esas viejas cosas que tanto gustaban, volvieron las risas, las mañanas de luz en mi habitación, las sabanas enredadas, tu sexo húmedo como la ultima vez, volvieron las preguntas sobre el amor, los besos tímidos y las caricias pausadas, unas ganas que no te puedo ni contar, encontramos que lo mejor era decir "es mejor así"; volvimos a cerrar los ojos para no seguir riendo, deseamos dormir un par de decadas la siesta, entendimos que no iba a ser fácil, pero que todo iba a estar mejor.

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