jueves, 19 de noviembre de 2009

Una suerte de valentía


Hoy nada me llama la atención, ni destejer un libro, ni subir de espaldas la escalera buscando el campito de los Peñalosa, ni cocinar tus cartas con requesón; no extraño las fiestas que el dolor se comió por eso sería prudente llamar a silencio seria lógico luego de todo este tiempo y casi que es cierto, que no sé lo que quiero no puedo negarte tal acierto, Bingo!!! Jamás quise que fuera una casería; y es que no se en que cama despierto y en que pesadilla me duermo que cuando no llamo es porque no tengo tiempo tal vez puedo culpar a la falta de lluvias o al  derroche de calor o simplemente soy un cobarde; saberse cobarde es una suerte de valentía y hoy me siento tan valiente.

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