sábado, 5 de diciembre de 2009

me cuesta mezclar blanco y azul, por miedo a que cueste

estaba tan ansioso que olvide dormir, olvide que te había invitado a cenar, olvide sacar la basura y ahora todo huele rancio; me olvide de cómo era llorar entre tanta sonrisa que me partió la boca; sangran mis labios, se revientan como gajos de naranja; tampoco sacudí el cubrecama, no oxide la pava para tomar el té, no fui a la despensa a comprar ricota, no te perdí, solo deje de encontrarte; fue lo mas fácil, lo mejor, lo menos ajeno y hoy por hoy hago lo que puedo con todo lo que quiero y hago lo que quiero con todo lo que puedo, me despierto en el sillón, o en la cama, o en la silla con la frente pegada a un apunte o sobre un libro de Julio que leí en agosto. Cada vez corro más, para perder lo que sobra y te aseguro que no hablo del tiempo; cuando puedo martillo mis dedos para recobrar mis lagrimas, pero no hay caso por más que lo ensayo solo consigo torpes intentos, en ocasiones recurro a violentos portazos pero solo consigo descolgar un cuadro y Marilyn me mira desde el llano con los ojos húmedos y yo la envidio, ella que es tan de colores, tan hermosa, fresca, tan ella, y puede llorar toda su tinta de una vez. Fuiste vos o fui yo, quien fue más necio, quien no ha recordado olvidar todo lo que nos paso? y no puedo cambiar de idioma, me cuesta hablar en falsas lenguas, me cuesta no florecer en pleno invierno, me cuesta mezclar blanco y azul, por miedo a que cueste.



2 comentarios:

  1. "No te perdí, solo deje de encontrarte" Me gustó mucho mucho esta frase, invertir el sentido cotidiano de una pérdida. También me encantó lo que escribiste sobre el cuadro de Marilyn llorando su tinta.
    Saludos.

    ResponderEliminar