caminaba por la habitación, de aquí para allá, se la leía nerviosa, no podía no podia permanecer en su silla, primero corrió tras el cenicero, luego recordó que había dejado algo al fuego; no podía mirarlo a los ojos, no sabia como hacerlo, él lo sabia, él creía entender que una tormenta de rayo la toco, atravesó su cuerpo y la dejo fuera del mundo, ausente; cuando llegue solo quedaba una mirada perdida, dos ojasos llenos de una vida que ya no estaba, en la mañana nos habíamos despedido sin querer separarnos, después del temporal ni me recordaba, había sido demasiado, tanto de golpe, una bocanada de un cigarrillo humedecido, no me salio otra cosa mas que decirle ue la dejaba en su casa, que secara su cara y durmiera entre las hojas, que soñara con los relámpagos que no debió ver.
en algún lugar, entre la civilización y la barbarie
Hombre de raíces caucásicas e idiosincrasia argentina, un centro half de figura amachimbrada.
De profesión cazador pero por naturaleza corredor. Nunca creyó del todo de lo que hablan los carteles, defensor de las palabras, buenas y malas, jardinero de su jardín.
que me acuerdo de lo que no me olvido. que fumo cada vez menos. que nunca deje de mirarte. que por eso uso lentes negros. que voy a llamarte cuando el teléfono sea gratis. que cuando pueda me voy de viaje. que hoy tengo sueño y ganas de todo.